
¿Por qué tu mente no te deja ser feliz ni le importa que lo seas?
El mayor obstáculo que encuentras en tu vida para ser feliz es tu mente. Si Ella no está entrenada te
Si piensas que el estancamiento, la lucha por el dinero y el desamor son normales en la vida, es porque te has creído lo que la sociedad te ha vendido como verdad sin ningún cuestionamiento de tu parte.
En este artículo te voy a mostrar cómo dentro de ti está la herramienta más poderosa para impulsarte al avance o destruirte, para darte paz o guerra y cómo nadie te ha enseñado a usarla para tu propio beneficio.
El sufrimiento no es tu destino, sino el resultado de haberle cedido el control de tu vida a un mecanismo que opera en piloto automático: tu mente.
¿Ser o no ser?, ya no es una cuestión importante… La verdadera pregunta es: ¿vivir o pensar?…
Nadie te ha dicho que mientras tú escuchas tus pensamientos, dejas de vivir y ni te has dado cuenta.
Tú mente tiene la capacidad de abstraerte de la realidad hasta el punto de hacerte creer que lo que piensas es cierto. Tal engaño es la causa de cientos de guerras, rupturas, muertes, separaciones y casi todo el sufrimiento en el mundo.
Sin embargo, lo que no sabes es que el 90% de lo que tú defiendes como tu verdad, no es en realidad tuya, no es de tu cosecha. Fue transmitida a ti por otras personas, normalmente aquellas que te educaron y a las que tú le diste respeto y autoridad en tu vida.
Estas creencias que tú consideras como tuyas, como tu verdad, han creado toda una red de caminos neuronales en tu cerebro que te llevan a ser un esclavo de tu programación mental.
Debido a esto es que actúas como lo haces, sientes lo que sientes y hablas lo que dices, sin darte cuenta. Así terminas en un enredo de situaciones desastrosas y relaciones parasitarias que drenan constantemente tu energía e impiden tu avance.
Para que evalúes si estás a merced de tu mente o no, aquí te presento 5 señales innegables de que has dejado el asiento del conductor vacío y, estás viviendo bajo la dictadura de tu propia mente. Repitiendo ciclos de dolor sin darte cuenta.
Te ha pasado que cuando consigues un nuevo empleo, te llega un dinero extra o tienes una racha de momentos felices… ¿te enfermas de repente, te llegan gastos inesperados o las cosas empiezan a salir mal?
Esto sucede porque tu mente activa el modo de peligro y sabotea tu avance para que no crezcas.
A Ella solo le importa que no gastes energía demás, no le importa si eres feliz o no. Solo le importa mantenerte en tu zona de confort haciendo siempre lo mismo para que no la pongas a trabajar mucho.
Una señal de progreso, de avance, es una señal de cambio en tu mente. Esta se toma como peligro, por lo tanto, Ella (tu mente), hará todo lo que sea necesario para deshacerse del elemento generador del progreso para que tú no cambies.
Preguntarle a tu mente por qué te pasó algo es como preguntarle a un smartphone por el sentido de la vida.
Ella (tu mente), solo te devolverá datos obsoletos archivados: arrepentimientos, culpas, rabia, dolor, penas.
Y cada vez que alimentas el bucle con esas preguntas, prolongas tu agonía porque tu mente te devuelve los mismos datos una y otra vez, atrapándote en las mismas emociones que dañan tu bienestar mental y emocional.
Tu mente solo guarda información de tu pasado, Ella no sabe qué sucederá en tu futuro, preguntarle a Ella, es perder tu valioso tiempo.
Para encontrar esas respuestas necesitas conectarte con algo más grande de ti que no es precisamente tu mente. Es esa parte tuya donde radican todas aquellas directrices para guiar tu vida por un camino más sencillo.
Tu mente evitará por todos los medios posibles que inicies cambios ya sean de hábitos, de emprendimiento, de pareja, etc.
Ella encontrará la forma de hacerte dejar para después tus nuevos propósitos, con el fin de preservar tu energía vital.
Sin embargo, lo que no sabes es que Ella también te está protegiendo de hacer cosas que no has hecho antes porque no puede ayudarte en el proceso.
Por lo tanto, al no tener Ella (tu mente), el mapa de ruta claro de lo que tú vas a hacer, Ella verá lo nuevo como peligro inminente y activará el terror en tu Sistema Nervioso para que no te muevas.
Así, ella logrará su cometido de mantenerte en seguridad y con vida, sin importar que eso signifique sabotearte para que no hagas cambios ni mejoras en tu vida. Lo curioso es que tú sin darte cuenta la excusas y lo llamas “procrastinación”.
Y es el bloqueo en el que entra tu mente al no tener información en sus archivos de experiencias previas para ayudarte a lograr tus objetivos.
Por eso, cuando tú aprendes a conducir a tu mente, la calmas, y tienes la capacidad de dirigirla, diciéndole que, aunque no haya información aún, para iniciar el cambio que deseas… se la irás dando poco a poco.
Así ella podrá estar abierta a recibir información y ayudarte a conseguir aquello que deseas sin sabotearte.
Este es uno de los engaños mejor elaborados por tu mente para mantenerte dentro de su control absoluto.
En ninguna escuela te enseñan a amar, creemos que venimos sabiéndolo de fábrica, pero no es así.
Cada cerebro en el mundo tiene configurada dentro de sí, una concepción única y diferente del amor. Independientemente de las reglas sociales que se le impongan a una relación de pareja.
Debido a esta particularidad, que tú estés esperando que alguien satisfaga tu concepción del amor sería como esperar que un manzano te diera uvas.
Y así vas por la vida buscando lo que absolutamente nadie aparte de ti, puede darte. Pero no te rindes, mantienes la esperanza de que algún día lo lograrás y llegará esa persona especial para ti.
Afortunadamente, existe otra forma de entender una relación de pareja donde cada uno de los miembros puede ser quien es, sin necesidad de cambiar para satisfacer a la otra persona.
En esta concepción el centro de la pareja eres tú como ser humano y tu pareja como ser humano también, donde cada uno tiene su propio mundo diferente al de la otra persona.
El cual no se puede descuidar y, por el contrario, nutrir sin renunciar a nada, para que cada miembro de la pareja sea responsable de hacerse feliz a sí mismo como ser humano, sin depender ni exigirle a la otra persona.
Así cuando cada persona es feliz sin necesitar al otro miembro de la pareja, lo único que tendrán para compartir, será una vida de equilibrio, madurez, solidez y felicidad, sin que la base de la relación sea la necesidad o la carencia.
Sin embargo, de esto te hablaré en profundidad en otro artículo.
Querer que el mundo y las personas sean como tú te empeñas que sean es el camino más rápido al sufrimiento constante.
Tu mente te atrapa dentro de su red de películas invisibles que te llevan a creer que las personas deben pensar como tú piensas, sentir como tú lo haces y ver las cosas como tú las ves.
Lo que te lleva a olvidar que no existen dos cerebros iguales en el mundo y que cada persona ve su realidad diferente dependiendo de la información de vida que haya grabado en sus mentes, desde el momento de su nacimiento hasta ahora.
Nadie aparte de ti nació dentro de tu cuerpo. Por lo tanto, nadie más puede ver el mundo como tú lo ves porque de momento, nadie puede poseer tu cuerpo y tu mente para poder entenderte.
Así que, enfadarte o empeñarte en que las cosas deben ser diferentes solamente porque tú lo quieres, hace que no puedas ser libre para mejorarte ni para avanzar. Porque toda tu energía y tu tiempo están puestos en aquello sobre lo que no tienes ningún control “el mundo de afuera y las demás personas, incluidos tus hijos”.
Una total pérdida de tiempo, energía y de vida.
El primer paso para liberarte de la manipulación mental es darte cuenta de que tu mente te miente todo el tiempo.
De que Ella solo tiene información grabada de lo que tú has vivido hasta hace unos minutos, lo que te pase de aquí y en adelante, no es de su dominio.
Por eso confiar en tu mente para conducir tu vida, sería como salir a una autopista muy transitada y manejar mirando todo el tiempo los retrovisores en lugar de mirar lo que tienes por delante.
Cuando te das cuenta de que tu mente no tiene sabiduría, sino que es un banco de consultas de lo que ya te ha pasado en la vida, dejas de darle a Ella la responsabilidad de tu futuro y empiezas tú como ser humano a tomar el mando.
Lo cual es el segundo paso, pero para lograrlo debes primero entrenar tu atención que es la clave para manejar tu mente, siempre fortaleciendo esa parte tuya que tiene la capacidad de observar aquello que tú haces, dices y sientes, sin criticarte.
Lo que yo llamo tu consciencia u observador, lo que se convierte en el tercer paso. Activar tu observador o tu consciencia es el único camino para salir del control de tu mente y empezar a dominarla tú para que Ella no te lleve a la perdición.
Este tipo de entrenamientos llevan tiempo, porque se requiere de construir nuevas redes neuronales en tu cerebro para que dichos cambios sean sostenibles en el tiempo y no caigas de nuevo en la manipulación, en el sabotaje y en la dictadura de tu mente.
Tu mente es una herramienta evolutiva; no es tu ser ni tu sabiduría. Como has visto, ella solo tiene información de tu pasado y, por su diseño, hará todo lo posible para que no gastes energía en lo nuevo.
El sufrimiento ha llegado a ti por ignorancia, no por castigo. Y esa ignorancia se traduce en una simple acción: confiar en tu mente para conducir tu vida, lo que equivale a manejar mirando todo el tiempo los retrovisores en lugar de mirar lo que tienes por delante.
La Ley Fundamental de tu libertad es dejar de ser el pasajero de tu vida para convertirte en el conductor.
Requiere despertar tu Observador para que tú te eleves sobre tu mente, la calmes y empieces a darle las instrucciones adecuadas para que te apoye en el destino que quieres construir.
Recuerda: la Plasticidad Neuronal te garantiza que puedes crearte una nueva mente y, como consecuencia, una nueva vida. Tu destino no está escrito, sino esperando tu decisión.
El mayor obstáculo que encuentras en tu vida para ser feliz es tu mente. Si Ella no está entrenada te
Señales de que tu mente te sabotea.
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