Para solucionar los conflictos en pareja es necesario revisar varios elementos que nutren o desnutren tu relación.
Comunicación asertiva, espacio personal, fantasmas del pasado, pendientes por resolver, inteligencia emocional, respeto absoluto y amor. Si no se tiene un equilibrio en estos diferentes elementos, la relación vivirá en un caos constante.
Pero, la tarea comienza por ti, por mantener el equilibrio en tu interior, sin esperar a que la otra persona sea la que cambie, porque eso no pasará.
Para ayudarte a traspasar los problemas y diferencias con tu pareja, te he preparado 7 consejos que puedes poner en práctica de manera sencilla, sin mucho esfuerzo. Empieza por cualquiera de ellos, para que notes los resultados.
1
Comunicación Asertiva: La Clave maestra
La comunicación en tu relación es tan necesaria como el agua para las plantas, sin ella, el amor se apaga y muere.
Tu pareja y tú deben sentir la libertad de expresar lo que sienten sin temor a ser juzgados por la otra persona, ni recibir a cambio consejos de qué hacer o no hacer en cada momento.
Lo más importante en el diálogo mutuo es saber escuchar prestando atención, porque eso equivale a dar tiempo de calidad a la otra persona y a ti también.
Tener conversaciones donde no se enjuicie o critique a la otra persona, fortalece el vínculo y la complicidad entre ambos. Hace que el amor entre ambas persona crezca y tu relación de pareja se fortalezca cada día más.
2
Espacio Personal: Respeto a la individualidad
La relación de pareja son 3 espacios diferentes, los cuales son: tú como persona, tu pareja como personas y ambos como pareja. (Te recomiendo leer este artículo para profundizar en este tema, haz clic aquí)
El hecho que estés en pareja no significa el perder tu individualidad, por el contrario, la debes nutrir aún más. Entendiendo individualidad como espacio personal, aquello que amas hacer y te apasiona, donde no necesitas ni de tu pareja, ni de nadie más.
Ambos deben permitirse tiempo y actividades sin el otro, para oxigenar la relación y mantener un equilibrio saludable, evitando la sensación de asfixia en el amor.
3
Enfrentar los Fantasmas del Pasado: Liberación Emocional
Revisar el pasado de cada uno y tener muchas conversaciones basadas en eventos antiguos, equivale a conducir en una carretera mirando el retrovisor, sin enterarte de lo que tienes en frente.
Es un error que ambos no deben cometer y para ello, lo más recomendable es dedicar cierto tiempo para abordar y superar las heridas emocionales del pasado.
Un requisito indispensable es sentir confianza a la hora de comunicar y expresarse el uno con el otro, por eso, la honestidad y la comprensión mutua son esenciales para liberar cualquier carga emocional que pueda afectar tu relación de pareja.
4
Pendientes por resolver: Afrontar con entereza y sabiduría los problemas
Dejar acumular conversaciones, malos entendidos, suposiciones, dudas, inconformidades, diferencias económicas, entre otras muchas cosas… cobra factura. Y el precio a pagar es muy alto, la mayoría de las veces hace que la relación de pareja se fracture hasta llegar a una separación.
Para evitar llegar a esos límites extremos, es necesario abordar a tiempo todos los pendientes por resolver en un ambiente propicio para ello. Por ejemplo, se pueden escoger dos días al mes con horarios establecidos, para revisar todo aquello pendiente y darle solución.
Resolver estos conflictos en pareja, ayudará a fortalecer la confianza y la conexión entre ambas personas. Abordar los desafíos con madurez y diligencia, permitirá a ambos crecer como personas y como pareja.
5
Desarrollar Inteligencia Emocional: Reconocimiento y Gestión del Ser
Entender que las emociones nacen en las percepciones, pensamientos y creencias de cada persona es clave para desarrollar la inteligencia emocional y fortalecer tu relación de pareja.
Gestionar las emociones propias y comprender donde nacen las del otro, será lo que evitará que los conflictos en la pareja dañen la relación. Desarrollar esta habilidad contribuirá significativamente a tener una convivencia más armoniosa y una relación sana.
No enseñan gestión de las emociones en el colegio, es algo que debes aprender por tu cuenta, al igual que, a ser pareja. Ambas cosas requieren de tu compromiso y tus ganas, de ser feliz, de tener una relación duradera, estable y sólida, para que sucedan. Pues tanto el amor como la felicidad se cultivan para que sean duraderas, si se las dejas al azar, serán temporales y pasarán de vez en cuando en tu vida, no serán disfrutables día a día.
6
Respeto absoluto: La piedra angular
El respeto mutuo es la base de cualquier relación exitosa. Ambos deben cultivar un ambiente donde el respeto sea prioritario. Sin embargo, que ambos se respeten va más allá de las reglas o las palabras. Nace en la comunicación, entendiendo primero lo que para la otra persona significa respeto o la falta de este.
Ambos miembros de la pareja deben acordar claramente lo que para cada uno significa ser, tanto respetado como irrespetado, para poder llegar a un consenso mutuo de lo que será el respeto como individuos y como pareja.
Una definición que puede ayudar a minimizar los conflictos en la pareja es: respeto es, ser como eres y dejar ser a la otra persona como es, sin permitir que la otra persona trasgreda tus límites, ni invada tu espacio personal, comunicándolo siempre de manera asertiva.
7
Amor como Motor del Cambio: Nutriendo el Vínculo
El amor es el combustible que impulsa la relación. Encontrar el cómo la otra persona se siente amada, si mediante detalles, palabras, caricias y tacto, actos de servicio, tiempo de calidad, intimidad, etc. Será la clave para mantener el vínculo entre ambos fuerte e inquebrantable.
El espacio llamado pareja se nutre primero del espacio personal de cada uno. Es decir, por separado cada miembro de la relación es responsable de hacerse feliz a sí mismo con sus cosas, para que en ese tercer espacio llamado relación de pareja, ambos lleguen a compartir, a disfrutar, no a tener conflictos, diferencias, insultos o reproches.
El amor es como un árbol que da frutos, comienza como un pequeño germinado que debe ser protegido, hasta que se convierte en un gran árbol frondoso y listo para dar cosecha. Pero si la pareja se descuida en darle nutrientes y agua, este se debilitará y hasta la más mínima tormenta podrá destrozarlo.
Aplicar estos consejos de manera consistente y consciente permitirá a ambos miembros de la pareja transformar los conflictos en oportunidades de crecimiento y fortalecimiento de la relación.
El cambio comienza desde el interior de cada uno, no se trata de esperar a que la otra persona cambie para ser feliz o que la relación vaya mejor. Se trata de tomar las riendas de tu amor propio y si hace falta pedir ayuda, ya sea a un terapeuta de parejas o en este caso a un consultor profesional, para que te de una guía de cómo traspasar los conflictos con tu pareja, sin que la relación se quiebre.