Las relaciones tóxicas pueden ser difíciles de identificar cuando estás inmerso en ellas. A menudo, comienzan con pequeñas grietas que se convierten en abismos emocionales.
Si te preguntas si tu relación es tóxica, es vital entender las señales que te lo muestran y actuar en consecuencia para proteger tu bienestar emocional.
Aquí te presento ocho señales que te podrían indicar que estás en una relación tóxica:
1
Falta de Comunicación Saludable
Existe entre ambos una constante falta de entendimiento cuando hablan, tanto de manera personal como por WhatsApp. La mayor parte del tiempo hay conflictos, en lugar de buenos momentos que nutran la relación.
La comunicación se ve obstaculizada por la crítica, la manipulación e incluso silencios prolongados, esto lleva al desánimo. Lo que te hace dudar de si continuar o no en la relación.
Es normal tener conflictos en tu relación de pareja, lo que no es normal, es que sea algo de todos los días. Por eso, la incapacidad para resolver dichos problemas de manera constructiva es un indicativo de toxicidad y desnutrición en la relación.

2
Control Excesivo
El control empieza en la relación de una manera invisible, cuando tú buscas gustarle más a tu pareja y le empiezas a satisfacer en sus pequeñas e “insignificantes” peticiones.
Luego, sin darte cuenta, tu pareja controla cada aspecto de tu vida, desde tus amistades hasta tus decisiones personales, qué usas, con quién hablas, dónde vas, si le contestas rápido sus mensajes o no.
Todo empieza de manera linda, pero el dominar a la otra persona y dejarse controlar, es una clara señal de que la relación es tóxica. Puede manifestarse de manera sutil, pero siempre destruye tu autonomía y autoestima.

3
Desprecio y Falta de Respeto
El desprecio, ya sea a través de insultos directos o gestos, mina la base misma de una relación saludable. Algunas veces es tan imperceptible porque la persona lo dice con su lenguaje corporal y si no se sabe leer, se pasa por alto.
El respeto mutuo es fundamental, y cualquier falta de él puede indicar una dinámica tóxica. Este nace en ser tú como eres y dejar ser a la otra persona como es, sin quererle cambiar o que sea diferente, para que tú te sientas mejor.
El respeto nace primero en ti, por eso, es necesario que identifiques cuándo y con qué te faltas tú al respeto a ti mismo, para saber hasta dónde tu pareja también lo hace. Sin respeto mutuo, no hay futuro en una relación porque se convierte en un veneno tóxico que consumes a diario sin darte cuenta.

4
Manipulación Emocional
La manipulación emocional se manifiesta de muchas formas, desde la culpa hasta el chantaje. Si te sientes constantemente que debes actuar de cierta manera para complacer a tu pareja, es hora de evaluar la salud de tu relación.
Es importante mirar qué tanto has dejado de lado tus preferencias, tus gustos, tus amistades, tus espacios de tiempo libres contigo, debido a que tu pareja te exige cada vez más tiempo y atención. Porque eso es una clara señal de una relación parasitaria en la que, sin darte cuenta, tú estás viviendo tu vida según las reglas de la otra persona y te has dejado de lado por complacerle.
Te das cuenta de que te están manipulando porque terminas haciendo lo que la persona quiere sin estar de acuerdo con ello, pero tampoco entiendes el cómo cedes al final, si no lo querías hacer.

5
Falta de Apoyo Mutuo
Las relaciones saludables se basan en el apoyo mutuo y la capacidad de ser el uno para el otro en tiempos difíciles o cuando necesites oídos que te escuchen. Si sientes que enfrentas en soledad tus desafíos y que tu pareja no te respalda emocionalmente, podría ser una señal de toxicidad.
También es una señal de una relación tóxica, el que tu pareja no valore tus sueños o ideas. Cuando esa persona que te importa, no te impulsa y, por el contrario, le encuentra peros a tus metas, a tus sueños e ideas, lo que hace esa persona, es minar tu autoestima en lugar de alentarte a crecer.
La sensación de soledad en una relación de pareja va creando un vacío en tu interior que va creciendo con el paso del tiempo, hasta crear distanciamiento y desilusión, creando con ello un ambiente tóxico para crecer y desarrollarte como persona.

6
Ciclos de Violencia o Abusos
El abuso no siempre es físico; puede ser emocional, verbal o psicológico. Los ciclos de violencia, seguidos de arrepentimiento y reconciliación temporal, son características comunes de las relaciones tóxicas y potencialmente abusivas.
Hay relaciones que se sostienen a base de reconciliaciones y se convierten en una tortura constante para ambas partes. Pues pueden disfrazar el abuso con amor al esperar siempre la recompensa de la reconciliación al final del conflicto.
A esto se le suma la esperanza de que todo cambie algún día, pero al paso del tiempo las cosas en lugar de mejorar empeoran porque no se busca ayuda externa y especializada. Ambos deben comprometerse a cambiar cada uno en su interior y de manera individual, esos patrones y conductas que alimentan la toxicidad en la relación.

7
Ausencia de Límites Personales
El primer límite que se pierde en una relación tóxica es el respeto por el espacio personal de cada individuo. Es decir, dejar que la otra persona influya e intervenga en lo que es tuyo y solo tuyo (amistades, hobbies, gustos, actividades, formas de pensar, decisiones, tu cuerpo, etc.)
Estar en pareja no significa perder la individualidad, por el contrario, la relación debe servir para cada uno convertirse en una mejor persona en todos los aspectos. De lo contrario, decrecer tú por complacer a tu pareja, equivale a entrar en una prisión y perder la libertad de ser tú, voluntariamente.
En una relación tóxica, tus límites son ignorados o traspasados sin que te des cuenta y de manera constante, lo que te provoca una sensación de falta de aire y ahogo que no puedes explicar.

8
Malestar Interior Constante
Si tu relación te produce ansiedad, depresión o agotamiento emocional, es importante reconocer el impacto negativo en tu bienestar.
Es tu responsabilidad estar bien contigo tanto a nivel físico, mental y emocional. Por eso, si descubres que estás en una relación tóxica, busca ayuda de inmediato para aprender a darte el valor y el lugar que mereces, recuperando de esta manera el control de tu vida.
No puedes delegar la tarea de tu bienestar en otra persona, porque eres quien habita tu cuerpo, tu mente y quien siente tus emociones. Donde hay amor, hay respeto, apoyo, soporte emocional, tranquilidad y paz mental. Si no tienes todo esto en tu relación, es hora de que evalúes que tan importante eres tú, para ti mismo, en este momento.

Conclusión:
Identificar una relación tóxica es el primer paso para salir de ella y recuperar tu bienestar emocional, mental y físico. Reconocer las señales de toxicidad te permite tomar decisiones que te lleven siempre a buscar tu tranquilidad y paz interior.
Recuerda que tú te mereces una relación sana, que te nutra. Una persona que te cuide a todos los niveles y te ayude a crecer como persona y como profesional.
Si te das cuenta de que estás en una relación tóxica, busca ayuda de amigos que no te critiquen y/o profesionales. Nadie merece estar en una cárcel donde quien le atrapa y tortura, es supuestamente la persona amada. Empieza por darte el protagonismo que mereces en tu vida, para que tu autoestima se eleve y la seguridad en ti, crezca.