Y SI AMAR… NO FUESE UNA META

¿Es el amor una meta?
Personalmente, opino que no. El por qué te lo cuento a continuación.
¿Qué hay más allá del amor?
No sé si alguna vez te hayas preguntado esto, yo sí.
Hace tiempo le lancé esta pregunta al viento, para que un día, me trajera la respuesta.
En una de mis tantas reflexiones acerca del tema, me preguntaba… si el amor es algo que se siente y las emociones son pasajeras… ¿Cómo podría ser una meta solo el sentir algo?
Porque, para mí una meta o un objetivo es algo que se construye de a poco, para luego ser disfrutado y experimentado por mucho tiempo. Jamás podría ser algo tan fugaz como un sentimiento.
En mi ignorancia no entendía que cuando alguien tenía al amor como su meta, en realidad estaba diciendo que lo que deseaba, era encontrar una pareja que le hiciera sentir amado u amada.

Cuando me di cuenta de esto, me pregunté…
¿Cómo otro ser humano podría ser la meta de alguien más?…
Entonces, si esa persona le encuentra (al amor de su vida) ¿qué seguiría en su vida, hasta allí llega?…
Pero además, si esa persona se muere… entonces que pasaría, ¿se le acabaría el mundo a la otra persona?
Seguía sin cuadrarme esto dentro de mi lógica cerebral. Porque si el amor es algo que se siente en lo más profundo del interior de cada ser humano… ¿Cómo se podría poner como meta a otra persona que está afuera y puede desaparecer en cualquier momento o irse?
Eso haría que ese amor fuese demasiado frágil y fugaz (desde mi punto de vista).
El descubrimiento…
La respuesta me llegó en un momento de “Eureka”, donde el viento me susurro la palabra “libertad”.
¡Más allá del amor existe la libertad!, entonces pude encajar las piezas que me hacían falta.
Ahora sí tenía lógica entonces la búsqueda del amor.
Sería como encontrar esa persona con la que puedas tener plena libertad de ser tú mismo(a), sin críticas, sin condiciones y sin expectativas.
Todo con el fin de compartir momentos maravillosos sin querer forzar nada.
“Eso suena bonito, digno de ser perseguido”.
E incluso también lo observé desde otra perspectiva…
Si en lugar de poner esa búsqueda afuera, la pones dentro de ti, para recuperar ese amor por ti que has olvidado… Entonces te convertirías en una persona libre a la que ya no le importarían los estándares sociales.
Una persona que empezaría a crear sus leyes de vida, basadas en sus propios principios sólidos, no en lo que dicta la sociedad.
… Imagina por un momento vivir cultivando un profundo amor por ti…
- ¿Cómo crees que se sentiría cualquier persona que llegase a tu vida?
- ¿Qué podrías darle a tu pareja?

¿POR QUÉ EL AMOR NO ES UNA META?
Porque es parte de tu esencia, no puedes desear algo que ya tienes, que ya eres.
Desear el amor, sería como “desear ser un humano”.
Encontrar esa persona que te inspire a pasar el resto de tu vida con ella, podría ser una meta…
Sin embargo, eso hace parte de una sola esfera de tu vida (y tienes muchísimas más de las que ocuparte).
Por lo tanto, no puedes reducir tu existencia a dicha búsqueda de “amor”, porque las demás áreas serían descuidadas.
Y tu tiempo se desperdiciaría buscando algo que ya es tuyo…

Tener una relación de pareja estable, comprometida, sólida y duradera, hace parte de tu vida, pero no es el objetivo final.
Porque una vez que encuentras esa persona, tú continuarás viviendo contigo (dentro de ti), y tendrás que hacerte cargo de tus propias emociones, tus pensamientos, tu cuerpo, tu salud, tu crecimiento personal y profesional, etc.
Pero eso no es todo, cuando encuentras a tu persona ideal, empezarás un proceso de adaptación y aceptación de sus “defectos” y virtudes. Más otro proceso de construcción entre ambos.
Sabes de sobra que sostener una relación de pareja a largo plazo, requiere de mucho esfuerzo, trabajo, compromiso, paciencia y tiempo, por parte de ambos. No es tan simple como inflar globos y lanzarlos al aire.
Es más, en la palabra “pareja”, el personaje principal puede ser cambiado por otro personaje en cualquier momento de la vida. Lo que generará un nuevo volver a empezar desde cero, porque cada nueva persona que llegue a tu vida, será absolutamente diferente a cualquier otra, que hayas conocido antes.

Otra mirada…
Entonces, si el amor no es una meta porque hace parte de ti como ser humano… ¿Qué sí podría serlo?
Lo más necesario para tener una bella relación de pareja es que cada uno de los miembros de la relación esté lleno en su interior, para poder entregar a la otra persona.
Una relación basada en necesidad ya sea de amor, de atención, de dinero, etc., se vuelve tóxica, porque su base sería la dependencia.
Por lo tanto, la meta es “hacer florecer eso que ya eres en tu interior”
Si uno de tus componentes naturales como ser humano es el amor y, tienes la capacidad de amar y ser amado(a)… Lo más lógico sería empezar contigo.
Es decir, cultivar el amor propio.
Llenarte de ese manantial que yace en tu interior, para poder entregarle a otros sin desgastarte en el proceso.
Haz de cuenta que eres como un árbol de frutos…
Cada árbol en el mundo tiene la responsabilidad de nutrirse a sí mismo, aunque para ello requiera de lo que le provee la naturaleza en el exterior (pero el proceso de asimilar nutrientes, crecer, florecer y dar frutos, le pertenece a sí mismo como árbol).

Imagina que tú eres como ese árbol y que tus raíces están en lo profundo de tu alma, porque es tu esencia, “ese amor que tú eres”.
Que además es un manantial infinito del que te puedes nutrir siempre.
Sin embargo…
Imagina por un momento que no eres consciente de esto.
Tú aún no sabes qué eres ese árbol y que te puedes nutrir de tu propia alma. Por lo tanto, no tienes como acceder a ese manantial, ni como florecer o dar frutos. Lo que crea grandes vacíos en tu interior.
Esto hace que empieces a buscar afuera “el amor”, sin saber exactamente dónde encontrarlo, ni de qué se trata.
Como resultado…
Si no sabes para dónde vas, cualquier autobús te sirve para llegar a cualquier parte.
Es decir, si no sabes qué amor estás buscando, esto te llevará a conformarte con migajas y muchas veces hacerte un esclavo o mendigo, suplicando por amor.
Esa “búsqueda de amor” estaría marcada por una gran necesidad, con el fin de llenar los vacíos que ni comprendes, ni sabes cómo calmar.
Donde el objetivo final sería, encontrar ese “amor” mediante una persona que se hiciera responsable de hacerte sentir amado o amada, (tremenda carga sobre sus hombros, le pondrías).
Para ello, empezarías a exigir muestras de amor, tiempo, atención, regalos, el cumplimiento de reglas, seguridad y un montón de cosas más…
Basarías tu seguridad como persona en lo que la otra parte te dijese, te hiciese sentir y te demostrase. Lo cual sería el peor error que cometerías en tu vida, porque eso te llevaría a vivir en un sufrimiento constante por no encontrar en nadie lo que estás buscando.
Tu transformación…
De esta manera te convertirías tú en una persona demandante, dependiente, exigente y dispuesta a recibir hasta maltratos, todo en nombre del “amor”.
En lugar de llenarte de amor propio, lo que logras es vaciarte completamente, esperando que alguien de afuera te dé lo que tú no sabes darte.

Para satisfacer tu necesidad de “amor”, te irías transformando en algo parecido a un parásito o un vampiro, que le chupa la energía vital a la otra persona. Sin que este se dé cuenta.
Lo peor es que, en el camino te irías desgastando a ti con cada paso que das, sin ser consciente.
Por eso no creo que, el “amor” como lo conciben las personas sea la meta.
En su lugar yo pondría como meta la nutrición interior, el cultivo de la conexión con tu alma para llenarte del amor que tú ya eres por naturaleza, ese que te liberaría de las cadenas de esperar a que otros te den migajas o maltratos, en nombre del amor.

Para finalizar…
Seguramente tú has conocido muchas parejas que basan su relación en celos, discusiones, maltratos, peleas y reconciliaciones.
Ahí está el ejemplo de dos personas vacías en su interior tratando de llenarse con la otra persona, cuando esta también, es un pozo seco sin nada que dar.
¿CÓMO PUEDES LLENAR TUS VACÍOS Y CULTIVAR AMOR PROPIO?










Reflexión…
Revisa en tu interior qué tanto amor propio estás cultivando, para nutrirte como el árbol, para florecer y poder dar frutos de amor.
Si sientes que no sabes cómo acceder a ese manantial de amor que tú eres y que yace en tu corazón, entonces escríbeme en un mensaje privado, haciendo clic aquí y déjame ayudarte.